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¿Mal aliento?

HalitosisLa Halitosis, nombre común mal aliento, se define como el conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca. Problema que afecta a 1 de cada 4 personas y que puede inferir de forma negativa en las relaciones interpersonales…

El mal aliento o halitosis puede suponer una de las situaciones más embarazosas a las que se puede enfrentar una persona en sus relaciones sociales. Y aunque es difícil determinar su prevalencia, es sabido que es un fenómeno frecuente en la mayoría de personas después de varias horas de sueño nocturno, cuando las estructuras de la boca han estado en reposo y la producción de saliva ha disminuido considerablemente. Pero así como para muchos es un suceso transitorio, para otros (1 de cada 4) se convierte en un problema crónico,sin distinción de edad, sexo o condición socioeconómica.

Las personas con halitosis, pueden tener problemas para relacionarse, pierden la confianza en sí mismos, por lo que de una manera u otra, este síntoma afecta negativamente la calidad de vida de los que lo padecen. La halitosis esconde en muchas ocasiones algún tipo de patología asociado, generalmente, la causa del mal aliento se encuentra en la boca (90% de los casos) y puede ser producida por caries, enfermedad de las encías, ya que en muchos casos la halitosis se puede deber a bolsas periodontales donde se desarrollan bacterias anaerobias. Estas bacterias también  se acantonan en los surcos de la lengua y en zonas de difícil acceso.

En un menor número de casos, la halitosis puede suponer una señal de alarma sobre otras enfermedades que requieren atención como pólipos, gastritis crónica, rinitis, sinusitis, estomatitis o incluso asociarse a enfermedades respiratorias agudas o disfunciones hepáticas.  Sin embargo, cuando el problema tiene su origen en la boca, se producen compuestos volátiles de azufre producidos por las bacterias que fermentan los restos de alimentos.

Se debe a una incorrecta higiene bucal o ciertos hábitos inadecuados pero remediables como respirar por la boca, mantener un estrés prolongado, fumar, abusar de bebidas alcohólicas, ingerir muchos dulces o tomar medicamentos que resecan las mucosas como antidepresivos o antihistamínicos.  En estos casos, lo primero que se debe hacer ante la sospecha de padecer este desagradable problema es acudir al dentista para que determine con certeza si padecemos o no halitosis y si fuera el caso nos podrá dar consejos sobre cómo mejorar la higiene bucal. Este profesional podrá eliminar las caries, tratar los daños en la encía y combatir la placa bacteriana.

Usar hilo dental antes del cepillado para desprender restos de comida incrustados entre los dientes puede ser una herramienta útil para luchar contra la halitosis, así como extremar el resto de medidas higiénicas como cepillar los dientes en todas sus caras tras cada comida, especialmente por la noche. También es importante extremar los cuidados en las prótesis, que favorecen la aparición de placa bacteriana y no permanecer muchas horas sin ingerir alimentos.